Nuestras Raíces y Doctrina

 
 
El Juicio Final(Catedral de León - Fuente: Wikimedia Commons)

El Juicio Final

(Catedral de León - Fuente: Wikimedia Commons)

la iglesia católica medieval

En el Medioevo, época conocida también como el oscurantismo, la Iglesia Católica se caracterizó por transmitir una imagen atemorizante de Dios. Por un lado, ya la Inquisición se había encargado de imponer la autoridad de la Iglesia con el temor. Por otro lado, muchas de las imágenes que adornaban la iglesia mostraban el Juicio Final (Mateo 25), muchas veces a la entrada de cada iglesia. Dios Padre se percibía como un Dios castigador. Jesús era el juez inconmovible querencia a juzgar a las personas y a enviarlas al purgatorio (Castigo temporal en las llamas) o al infierno (castigo eterno) si habían cometido pecados. Solo haciendo buenas obras se podía equiparar las malas obras para así salvarse.

Entonces la Iglesia Católica Medieval comienza a vender el perdón por el pecado, las Indulgencias. La gente, entonces, pagaba una especie de fianza por los pecados que había cometido. Y de esa manera se libraba de pagarlo con sufrimiento en el purgatorio. En aquel tiempo el idioma de la Iglesia era exclusivamente el latín, el lenguaje de la realeza y los eruditos, es decir, el común de la gente no entendía lo que se decía en las iglesia, solo participaban del rito y de lo que observaban. Así también la Biblias estaba en Latín, y como nadie la podía leer, a la gente no le quedaba otra alternativa que creer lo que la Iglesia enseñaba de Dios.

Para sustentar esta práctica, la Iglesia Católica Medieval se basaba en la doctrina del Tesoro de la Iglesia que enseñaba lo siguiente: Jesús y Los Santos habían acumulado muchas buenas obras en sus vidas; entonces la Iglesia le vendía a las personas esas buenas obras para que pudieran compensar con ellas las malas obras y así librarse del purgatorio o del infierno.

Muchas personas comienzan a darse cuenta de los abusos de la Iglesia, tanto en cuanto a las indulgencias como en cuanto a otras prácticas. Si bien otros ya lo habían hecho presente — los así llamados Pre-Reformadores como Juan Wiclef y Jan Hus (siglo XIV) —, la inquisición se había encargado de silenciarlos. Sin embargo, en el siglo XVI la crítica se volvía mucho más fuerte y generalizada.

Estatua de Martín Lutero(Ciudad de Wittenberg, Alemania)

Estatua de Martín Lutero

(Ciudad de Wittenberg, Alemania)

el reformador martin lutero

A finales del siglo XV nacía Martín Lutero en Eisleben, Alemania. Se crió como hijo de un empresario minero que había comenzado desde muy abajo, y que envió a su hijo a estudiar derecho a la universidad, para que ayudara a sostener a la familia y en los asuntos legales de la empresa. En uno de los viajes a pie hacia la universidad en la ciudad de Erfurt, lo alcanza una tormenta a campo abierto y Lutero teme por su vida. en su angustia hace una manda a Santa Ana: Si se salvaba de la muerte, se convertiría en monje. Y así lo hizo a pesar de decepcionar con esto a su padre. Martín diría años más tarde: “el miedo hace al monje”.

En la orden de los Agustinos, una de las más severas de la época, Lutero se esfuerza desesperadamente por ser perfecto, por hacer buenas obras y así librarse del purgatorio. sin embargo, él siente que nunca puede contentar a Dios, que Dios siempre le exigía más. En un momento, su padre confesor, lo ve tan mal, que lo envía a estudiar teología a la Universidad de Wittenberg para que pudiera leer la Biblia y así enfrentar mejor sus temores.

En un momento, leyendo intensamente la Biblia Lutero se da cuenta que Dios era un Dios de amor, que su misericordia nos daba perdón, y que solo teníamos que creer firmemente en Él para obtener la salvación, pues el ser humano siempre será falible, siempre se equivocará. Uno de los versículos más importantes para Lutero fue Romanos 1,16s.: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación, los judíos en primer lugar, pero también los que no lo son. Pues el evangelio nos muestra de qué manera Dios nos hace justos: es por fe, de principio a fin. Así lo dicen las Escrituras: «El justo por la fe vivirá.»“

Desde ahí en adelante, Lutero comenzó a criticar varias enseñanzas de la Iglesia Católica Medieval. Y comenzó clavando sus conocidas 95 tesis en contra de las Indulgencias:

1. La venta de indulgencias;

2. La Autoridad del Papa;

3. La práctica de los sacramentos;

4. El celibato;

5. La Adoración de Los Santos;

Finalmente, Lutero terminó traduciendo la Biblia al Alemán para que así todos pudieran conocer en verdad al Dios de amor revelado en Jesucristo — y lo hizo mientras se escondía de la persecución de la Iglesia Medieval. Lutero entendía su movimiento como “evangélico” ya que buscaba justamente rescatar la “buena nueva” del amor de Jesús.

Sus enseñanzas fueron tan trascendentales, que recibieron mucha acogida en Alemania, tanto por académicos, como por los señores feudales, que veían en la enseñanza de Lutero una herramienta para sacarse de encima las exigencias y los diezmos que debían pagar a la Iglesia Medieval. Eso generó gran apoyo a la Causa de Lutero. Ante la negativa de la Iglesia por aceptar la necesidad de reforma, Lutero y otros junto con él fundan nuevas iglesias cristianas como la Luterana y la Reformada. Dado que la persecución de Lutero y de su enseñanza generó una importante protesta de los señores feudales que la apoyaban, la Iglesia Luterana se conoce también como Iglesia Protestante.

Crucifijo de madera tallada(Iglesia Luterana de Temuco)

Crucifijo de madera tallada

(Iglesia Luterana de Temuco)

pilares de la doctrina luterana

SOLA SCRIPTURA — Solo por la Biblia

SOLA GRATIA — Solo por medio de la misericordia de Dios

SOLUS CHRISTUS — Solo por medio de Cristo

SOLA FIDE — Solo por medio de la Fe.